"El tango del amor", obra de Leonid Afremov |
Ocurre
en esos efímeros instantes en los que la razón se vuelve gris como las nubes
que envuelven la celda desde donde escribo estas palabras cuando te pienso. Y
es entonces también cuando te imagino frente a mí en un baile improvisado.
Sobreviviré. Suena la canción que me dibuja en tus pensamientos cada día que no
estoy frente a ti y sueñas con un beso mágico que te regale realidad y que
rompa la distancia que esculpe abrazos inviables.
Distintos
y diversos. Imposibles y lejanos. Lágrimas de alegría. Silencio roto por el
llanto jovial de una madrugada de agosto en la que la lluvia acompañó unas
palabras que retrataban un futuro incierto que fue escrito en un pasado que
nunca será lejano por estar envuelto de presente. Y escribes “cuando nos
volvamos a encontrar” en un papel que luego guardas en tu cuaderno de los
secretos inconfesables.
Una
dama valiente, princesa de América, en aquella finca bañada en un mar de
plantas de café, lee en silencio un libro cuyo autor nunca pudo imaginar
aquellos momentos de buscada soledad, pues solo así podía regalar libertad a su
siempre juiciosa razón.
Desde mi celda te pienso... |
Imaginé por un momento que te habías marchado…
José Antonio López Arilla © 2014
José Antonio López Arilla © 2014
Muy bonito, le ha tenido que encantar a tu chica. Precioso.
ResponderEliminarReyes.