domingo, 26 de mayo de 2013

PALABRAS ESCONDIDAS


Sientes que se agotan las palabras. Y el reloj que marca mis días se detiene. Y observas cómo la vida, tu vida, vuelve a sentarse en la plaza de los tiempos, allí donde contempla la salida del sol y de la luna, en aquel lugar donde todos caminan sin sentido. Y vuelvo a no entender qué sucede cuando mi silencio golpea aquellos sentimientos que nacieron de forma inexplicable, pero que crecieron sin la envoltura de las sombras ni de las dudas eternas que siempre se manifestaban en la soledad de la “noche oscura” que cantaba San Juan de la Cruz: “a oscuras y segura, por la secreta escala disfrazada, a oscuras y en celada, estando ya mi casa sosegada”. Y pregunto al silencio, ese que maltrata las heridas y no deja que se cure el alma apasionada, por qué razón, sin merecerlo, cierra el paso a las palabras que brotaban desde lo más profundo del ser que más quería. “Vuelta atrás y volver a empezar”, me susurrabas al oído. Pero no escuché aquella tímida frase porque el viento azuzaba con fuerza las copas de los árboles de aquel bosque en el que quisimos perdernos. Y nunca supe leer en tus labios, a los que adoraba como dioses celestiales en paraíso terrenal. Y ahora que siento que el tiempo se nos va, lamento que las ansiadas palabras sigan escondidas en su guarida inescrutable. Paz. Calma. Silencio. Adiós.

Como en el capítulo anterior…

Nunca es tarde. Tú volverás. Y yo no tendré que mirar atrás porque nunca me fui.


José Antonio López Arilla © 2013

10 comentarios:

  1. Lo contrario al amor es la indiferencia. El silencio es indiferencia. Trovador, tu Dama ya lo debe saber y no creo que siga esperando un final feliz.
    Muy bonito.

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  2. No, no siempre el silencio es indiferencia...

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  3. Perdona que discrepe, para el que lo recibe sí.

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  4. Este es un espacio abierto. Cada cual tiene su opinión al respecto de lo que lee. Lo respeto. A veces, sobran las palabras. Dijo Larra: "Bienaventurados los que no hablan porque ellos se entienden".

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  5. Lo que me gusta de las damas es que saben que al hablar deben procurar que sus palabras sean mejores que el silencio.

    Y no esperan un final feliz, sencillamente no esperan que haya un final.

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  6. ¡Bonito comentario, seguidor anónimo! Aunque añado que no solo las damas deben procurar que sus palabras sean mejores que el silencio. También los caballeros deben procurar lo mismo. ¡Gracias por comentar!

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  7. Creo que esas Damas y esos Caballeros de los que estáis hablando hace mucho tiempo que se extinguieron.

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  8. Además creo que el tema se ha ido del camino, la historia no habla de lo que dice o no la Dama, sólo habla del silencio del Trovador.

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  9. Creo que tienes que leer de nuevo la entrada. Si crees que la narración habla del silencio del trovador, es que no has entendido nada. Vuelve a leer la historia. Piensa quién habla. Y, sobre todo, quién calla.

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  10. No es el Trovador quien calla...es la dama la que a través de la distancia perdió sus palabras en el silencio...pero no habrá necesidad de mirar atrás porque volverá...

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