domingo, 12 de mayo de 2013

ANSIADAS NOCHES DE TORMENTA


Intentas borrar las huellas del pasado. Te aferras al destino, al presente y al futuro, a los santos de cartón piedra que lloran las ausencias que martirizan tus adentros. Y quiero no mirar atrás, porque solo puedo alcanzar el horizonte. Que tengo más cerca el futuro que ha de llegar con el paso de los años, que aquel pasado cruel, sin sentido y sin sentimientos, que dibuja en un papel los fantasmas que me saludan cada día cuando tú menos lo mereces. Que te siento cerca, que te tengo aquí.

¡Cuántas preguntas sin respuesta! ¡Cuántas cosas por saber! ¡Cuántos errores ingenuos por no conocer, por no buscar, por no preguntar, por no contar! Y cuando vuelve a aparecer la personalidad del escritor que quiero ser, me siento incapaz de expresar aquello que nada en el mar de dudas que me atormenta. Sin remedio, en noche oscura, el llanto, la pena y el sueño convertido en pesadilla.

Mil noches de tormenta después…

Pero, aunque crees que después de la tormenta siempre llega la calma, sabes bien que no es así. Tempestades del alma brotan desde lo más profundo de su ser y te convierten en el ser más especial que haya podido dar este planeta. Y, como en anteriores ocasiones, vuelves a mirar al cielo y buscas la respuesta. Y rezas. Y adoras la silueta amorosa que te mira, que te sonríe, que te abraza. Calma. Tempestad. Calma. Tempestad.

Y sientes que en la calma y en la tempestad se produce siempre la misma tormenta de caricias que ansías y que navega con viento a favor en el mar de ternura que siempre soñabas. No dudes. No temas. Porque te siento cerca, porque te tengo aquí.


1 comentario:

  1. Que bonito Josean, y que triste a la vez. Me alegro de que hayas vuelto a escribir. Un beso.

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