domingo, 18 de noviembre de 2012

EL UNIVERSO QUE DESEAS

"Metrópolis", paseando por las calles de Madrid, by Erik Amezquita
Paseaba con las manos metidas en los bolsillos, cabizbajo o con la mirada ausente, qué más da, viendo solo los ruidos de infinidad de luces, bajo aquel cielo plagado de estrellas que marcaban el rumbo incierto del desconocimiento más profundo sobre unos hechos que quizás acontecerán mañana. Sus ojos, vacíos de sentida compañía, esa amiga que nunca había querido conocer, y repletos de lágrimas pocas veces consentidas, eran fuego descontrolado pese al verdor de la claridad que siempre los iluminaba.

Odiaba el momento que estaba viviendo. Detestaba, odiaba, repudiaba. Malditos verbos que se hacían realidad en aquel escenario que tan poco deseaba. El llanto y la pena, compañeros despreciados y maltratados por todos, seguían sus pasos de la mano de aquella sombra que, pensaba alguna vez, nunca se despegaría de él. Pese a todo, seguía soñando despierto.

Y quiso convertir en presente el futuro que deseaba. Y quiso cambiar aquella pena de su llanto en lágrimas de alegría. Y quiso no volver a jugar con la ruleta de una fortuna construida sobre los cimientos de la vil mentira. Y quiso escribir la canción que nunca compuso. Y quiso volar con las alas de aquel ángel de la guarda que siempre guio sus pasos. Quiso tantas cosas que construyó el universo que tanto deseó. Porque las cosas, si se desean, se alcanzan.


1 comentario:

  1. Algún día podremos dejar de soñar. Nuestro destino es hacia el que vamos, y nadie podrá detenerlo. Ni tan siquiera nosotros mismos.

    Keep on rocking, bro.

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