Una obra de Leonid Afremov |
Frío, frío. Muere el alma
apenada y sin sentido.
Y tú llorándome al alba
mientras te busco perdido.
Nace, vive, muere. Rosa
de la paz, noches en calma,
lánguida flor, temerosa.
Soy palabra, fuego, ámbar.
Una lágrima escondida
y entre mis sueños, tus besos;
una alianza prometida,
mil ruegos, cantos y versos.
Y yo andaré dos caminos:
el tuyo, por gracia y brío,
y el mío, por ser destino
frío, frío. Muere el alma.
José Antonio López Arilla © 2013
Que lindo!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Bea! ;)
ResponderEliminarMe encanta!!! Sin palabras🙏
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