La "ladrona" de libros |
Otra vez es mi ventana la única salida. Pongo nombre a las estrellas y maldigo a la luna, que parece inerte y petrificada. Dibujada en la oscuridad del cielo, parece burlarse de mí y de mi destino. Cuento las horas que faltan para que los primeros rayos de sol aparezcan en el horizonte. Solo así me sentiré tranquilo.
Escribo en mi cuaderno de los secretos mal guardados cada uno de mis pecados, miserias, errores y ausencias provocadas, por placer o por desidia, por gusto y diversión o por dejadez y abandono, porque quise hacerlo así o porque no supe hacerlo mejor.
La hoguera donde arden los papeles que nunca pierdo... |
Dicen que un filósofo griego, nacido en la ciudad de Estagira, escribió que la memoria es el escribano del alma. Pero yo no puedo recordar. Solo consigo imaginarte. Y en mis pensamientos vuelvo a dibujar aquella sonrisa mortal que me inspira en estas noches de realismo y confusión. Entre tanto, en la inimaginable distancia, una princesa no duerme porque extraña la presencia de aquel hombre que honrará con ardor y vehemencia la belleza de su deleitoso jardín de los deseos.
José Antonio López Arilla © 2014
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