sábado, 7 de abril de 2012

SONETO: ETERNA CONTRADICCIÓN

Vuelve el mar a sentir sobre sí el reflejo del sol. El campo está verde después de las últimas lluvias. Estamos en abril. Árboles en flor. Y, mientras disfruto de la primavera, mil pensamientos azotan mi razón. Desordenados. No me logro entender. Te he buscado al despertar. Pero has vuelto a desaparecer. Si nos encontramos de nuevo algún día, en esta vida o cuando sea, espero escribirte el poema más bello jamás escrito. Y en este orden sin concierto ha nacido esta misma mañana, apresurado, parco y austero, este soneto:

ETERNA CONTRADICCIÓN

Manda el corazón y sentir la piel
Pues no entiende que deseo exaltado
Labra caprichoso lazo dorado
Y olvida besos que esconden la hiel

Fuego convertido en dulce miel
En ese momento siempre deseado
En un sentimiento nunca mostrado
Sacro destino para no ser fiel

Pero búscame si me he perdido
O desátame si me ves seguro
Y llámame cuando me veas ausente

Olvídame cuando haya partido
Que no quiero luz en mi lado oscuro
Porque llanto amargo no es suficiente

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