jueves, 5 de abril de 2012

VIDAS HECHAS, DESHECHAS Y REHECHAS


Y después de la entrada anterior, y después de recibir varios correos de personas que, para bien o para mal, se han dado por aludidas, me hacía hoy algunas preguntas. ¿Por qué muchos intentan mantener vivas relaciones que están finadas? ¿Por qué estás con alguien con quien no quieres estar? ¿Por qué buscas en otras personas la manera de olvidar a alguien a quien amas? ¿Un clavo saca a otro clavo? ¿Por qué tienes tanta prisa por encontrar pareja? ¡Todo llega! ¡Pero a su debido tiempo! Dicen que no por mucho madrugar, amanece más temprano. Y este dicho es real como la vida misma. Por mucho que corras, si la persona no es la adecuada, no vas a ser feliz. Sigo con las preguntas: ¿por qué te aferras a alguien que no quiere estar contigo como tú quieres estar con él y que solo te quiere para pasar el rato? ¿Por qué tienes tanto miedo a quedarte sola? ¿Por qué te hace temblar la soledad? Sí puedo afirmar con rotundidad que nadie muere de amor. Evidentemente, no son agradables las rupturas. Pero nadie muere de amor. Siempre es cuestión de tiempo, que cura las heridas e, incluso, casi siempre borra las cicatrices que ha dejado en nuestras almas el latigazo del amor. Es más, aunque no me gusta generalizar, con el paso de los días, de los meses, de los años, se borran los malos recuerdos y perviven los momentos agradables que se vivieron al lado de alguien.

Dicho esto, y para provocar la sonrisa en el lector, voy a contar algunos comentarios que acabo de escuchar. Hace un rato me he encontrado con una señora en una de mis cafeterías preferidas. Sí, ya sé, siempre estoy tomando café. Pero es que los bares son siempre fuente de inspiración. Nadie se imagina el montón de anécdotas que surgen en estos lugares. Bien, como decía, me he encontrado con una persona a la que hacía varios años no veía. Me ha dicho que se alegraba mucho de verme y me ha preguntado cómo iba mi vida. También por mi mujer. He sonreído y le he contestado que espero que esté bien, que hace algún tiempo que no la veo. Como me ha mirado extrañada, he añadido que hace siete años que nos divorciamos. “¡Oh, cuánto lo siento!”, ha dicho la señora. He seguido sonriendo, esperando que la mujer se diera por satisfecha con la información recibida. Pero no, no ha sido suficiente. Ha seguido preguntando: “¿Y qué? ¿Has rehecho tu vida?”. Podía haber respondido cualquier cosa. Me he limitado a decirle que estoy solo. Pero muy feliz. Y en mi fuero interno me he puesto a pensar. ¿Por qué la gente necesita “rehacer su vida” empezando una historia con alguien? ¿Cuántas veces vivimos historias sin historia, historias sin sentido que no conducen a ninguna parte? Yo tengo mi vida hecha. Todo lo que me pasa son capítulos que van completando mi libro vital. Y a veces estaré con alguien. Y a veces estaré solo. Pero mi vida no se deshace y se rompe por estar con alguien o no. Creo que en este aspecto nos equivocamos muchas veces. ¿Cuántas personas tienen una vida destrozada por una relación infame que los consume día a día? Están en pareja, sí, ¿pero es eso una “vida hecha”? Una vida se empieza a hacer empezando por uno mismo, intentando ser feliz uno mismo, porque esa es la mejor manera de hacer feliz a todo aquel que te rodea.

Tantas y tantas cuestiones podríamos introducir en este apartado, que estaríamos argumentando nuestro punto de vista al respecto durante horas. Es el misterio de las relaciones personales. Dicho esto, me olvidaré por un tiempo de este asunto y me quedaré a solas conversando con mi excelsa soledad. Eso sí, seguiré pensando en la última batalla dialéctica de esta lluviosa mañana de abril: para algunos, como siga así, disfrutando de mi solitaria y desastrosa vida, seré un solterón. En cambio, para otros, soy ya el soltero de oro de este pequeño pueblo costero del Mediterráneo (aunque, viendo mi cuenta bancaria, mejor será que digan de mí que soy el soltero de hojalata o de latón). Y me ha resultado curioso que para ellas, sobre todo si son de cierta edad, soy lo primero. Para ellos, lo segundo. Abriremos un nuevo debate más adelante. ¡Hay tema! Feliz Semana Santa.


5 comentarios:

  1. Hola querido Josean:

    Lo que escribiste hoy me recuerda tanto a alguien que conocí hace tiempo, 5 o 6 años atrás, la manera de conocernos fue muy peculiar y fue lo que me llamo la atención, por azares del destino le llego la invitación a su e-mail para la boda de mi mejor amiga, literalmente al otro lado del mundo, a la cual por error le di mal la dirección, el respondió tan cómicamente y tan amable que llamo la atención de mi amiga y me reenvió la respuesta de este chico, así nos empezamos a escribir, hacía tiempo que tenía planeado vacacionar en el viejo continente, anduve por varias partes turisteando y en una de ellas estuve cerca de donde él vivía y que programa su trabajo para alcanzarme y conocernos en persona. En ese entonces no había eso de las redes sociales, era solamente correo electrónico y msg, así que la imagen que tenia de era la de la fotito de su perfil en el msg, jajaja.
    El tiempo que nos estuvimos escribiendo fue más bien una relación superficial y sin pretensiones de nada, los cual me mantuvo tranquila para confiar en que sería padre vernos en persona. La amiga con la que llegue me animo mucho a que nos viéramos, yo realmente soy medio desconfiada y luego en otro país pues como que me daba miedito, en fin la noche se llego de ir a cenar y por fin el toca la puerta del depa, le abro y a los 5 min. ya había superado gratamente mis expectativas, se sentía que era confiable, amable, agradable y guapo, que más se podía pedir, así que padrísimo y ahora si a platicar viéndonos a los ojos y conocernos mejor…y no dejaba de pensar que era súper interesante la forma en que coincidíamos en el mundo. Dimos una vuelta por esa bellísima ciudad y fuimos a dar a un pequeño restaurantito típico, muy acogedor y lleno de detalles a donde voltearas a ver, la velada pintaba bien, plato al centro y unas ricas cervezas elaboradas por ellos mismos.

    Ahora si, a que viene todo este comentario al leer tu blog, a que este chico al cual tenía muchas ganas de conocer; creo yo que paso más o menos de 2 a 3 hrs. hablándome de sus exes, en mi mente no podía creerlo, me platico que con una compartió varios años de su vida y aun mantenía contacto con ella y otra que estuvo muy enamorada de él y el nunca correspondió y después se dio cuenta de que si la quería, pero ya era tarde, en fin, fui toda oídos toda la noche y en mi cabeza solo pensaba venir de tan lejos vernos por tan poco tiempo y ser solo oídos, no me pareció nada bien, me agüite un poco, pero pensé si así fue era por algo, en ese entonces este chico dejo en mi la impresión de vivir en el pasado y no querer darle la vuelta a la hoja y avanzar, nos vimos al día siguiente para desayunar junto a mi amiga y ya no volvimos a tener contacto, hasta hace poco después de un buen de tiempo nos encontramos en una red social y retomamos el contacto, me da mucho gusto leerlo y ver que está en una etapa de paz, de equilibrio y de felicidad, viviendo el hoy y rindiéndole homenaje a su situación actual, lo que debe ser y hacer cualquier ser humano, gracias a Dios podemos como dices contar con VIDAS HECHAS, DESHECHAS Y REHECHAS, cada quien a su manera, al final de cuentas la sal y la pimienta del paso de las horas, los días, los meses y los años son las experiencias que nos van pasando.

    Claro que esta historia tiene dos caras y esto es lo que senti yo, sabra Dioa que paso del otro lado, jajaja :)

    Un abrazo y beso enorme a mi amigo y otro a ti.

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  2. Mi querida amiga,

    Has contado una bella historia. Una vez más se demuestra que las relaciones entre personas son cosa de dos. Sería un placer poder conocer la otra cara de la moneda. Muchas gracias por seguir el blog y todavía más por aportar tu comentario ;))) Otro abrazo para ti y también para tu amigo, al que invito a participar :D

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  3. Por supuesto que correr más no acelera una estabilidad emocional. Solo el tiempo, tal como comentas, deja que las emociones y los sentimientos se vuelvan a estabilizar y seamos capaces de ver mejor nuestro camino. Siempre he sido defensor de que mejor solo que mal acompañado y es que las compañías en las que no somos capaces de sintonizar emocionalmente, son una fuente de problemas y conflictos permanentes que posiblemente arruinen el intento de conseguir la felicidad de ambos. Piensa que soledad no tiene que ser sinónimo de tristeza o felicidad, los mejores momentos de felicidad los encontramos con nuestra propia introspección, aunque cierto es que si los podemos compartir, estos se convierten en potenciadores de nuestras emociones positivas. La estructura y modelo social junto al entorno que nos envuelve son fuertes condicionantes de nuestra conducta, por lo que ser capaz de elegir es otros caminos es sinónimo de libertad y la libertad es otro sinónimo de la felicidad.

    Un saludo.

    Ciscu

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  4. Me pareció muy bueno y acertado tu blog! que te puedo decir? por qué da miedo estar sola? porque cuando llegas a cierta edad es más difícil encontrar alguien con quien puedas compartir tus alegrías, triunfos, momentos difíciles, etc. Y empiezas a pensar como será más adelante, terminarás tus años sola? aunque tener una persona a tu lado, una relación buena o mala no te asegura compañía para siempre pero por lo menos te da un poco de tranquilidad. He pasado por las dos sensaciones, estar tranquila al estar sola y estar un poco afligida por la soledad. Gracias por esas publicaciones tan interesantes.

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  5. ¡Dichoso el día en que tomaste el camino de la libertad! Que, por cierto, nada tiene que ver con estar solo o acompañado. Gracias a ese camino, hoy podemos disfrutar de todo un artista que se encontraba encerrado entre las murallas del silencio y que hoy nos hace vibrar de emoción con cada palabra, con cada imagen, en fin, con cualquiera de las formas artísticas que utilice. ¡Tienes tanto que ofrecer y tanto por compartir! Estoy segura de que esto es solo la punta del iceberg. Si sigues profundizando, descubrirás la riqueza que llevas escondida dentro de ti.

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