Imaginando por imaginar,
imaginé.
Y te vi sentada allí,
junto al mar,
junto a mí.
Pensé que me querías.
Yo pensé.
Soñé que volverías.
Yo soñé.
Soñé que te veía.
Y miré. Y te busqué.
Y no encontré.
Sonreí por sonreír.
Cerré los ojos.
Volví a mis sueños.
Y te vi sentada allí,
junto al mar,
junto a mí.
He aquí una forma de mostrar lo más profundo de nuestro ser: nuestro pensamiento, nuestros sentimientos, nuestras inquietudes. Una visión muy personal de la vida, de todo lo que acontece y que nos afecta y nos hace sentir. Pasado, presente y futuro. Una caja de sorpresas donde la inspiración también juega su papel. "No quiero ser cartero y morir de asco. Prefiero jugar a ser escritor y morir de hambre", dijo Charles Bukowski. Y aquellas palabras golpearon mi alma.
Tierno y triste. Y curiosamente mientras tú lo escribias yo lo vivía en mi mente.
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