domingo, 8 de julio de 2012

DEJAR DE IMAGINAR

Besos frente al Big Ben
Dejar de imaginar para descubrir. Descubrir cómo es tu cuerpo. Y trepar por él. Y alcanzar el cielo. Sin soñar. Sin pensar. Solo sentir. Y cerrar los ojos y rozar tu piel con mis dedos para hacerte volar. Dejar de imaginar. Quiero pensar que despierto al amanecer y al darme la vuelta te siento junto a mí. Aquí. O allá. O en cualquier lugar. Y aquel abrazo imaginario se hace realidad. Y atada a mí, atado a ti, noches de diciembre, susurraban versos, que no se olvidarán. Momentos eternos que tienen que llegar. No se olvidarán. Que no quiero soñar. Que quiero descubrir y sentir. Y volver a vivir. Dormir y despertar. Pasear. Que la vida es corta. ¿Para qué sufrir? ¿Para qué llorar? Cuento los días. ¿Volverás? ¡No! ¡No volverás! Seré yo. Iré. ¡Pídelo! ¡Deséalo! ¡Pídemelo! ¡Iré! ¡Vendrás! Y tu cuerpo y el mío se fundirán en un abrazo dorado. En días de verano, en noches de invierno. Siempre. Sin lágrimas. ¡Que no quiero Dafne ni laurel! Espérame. Llegaré. Y dejaré de imaginar para descubrir. Descubrir tu cuerpo. Trepar por él. Y quedarme contigo. Con tu saber hacer. Con tu saber estar. Y no te dejaré escapar. Y no me dejarás marchar.



3 comentarios:

  1. Maravilloso, espectacular, los adjetivos que conozco se quedan cortos. Se siente intensidad, pasión, entrega total, dulzura, la intención de ser completado y no poseído, de ser amado y no utilizado, una duda y cien mil razones, alma, cuerpo y corazón en la misma dirección. Eso es lo que desprende tu entrada en el blog

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  2. Estoy totalmente contigo, anonimo, qué añadir? Que es sencillamente precioso. Sigue escribiendo así Josean.

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  3. Sencillamente, precioso.
    Con tu permiso publico el enlace a esta entrada en mi página de facebook.
    Un abrazo

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