BREVE MENSAJE PARA LOS POLÍTICOS

Aeropuertos sin aviones. Trenes de alta velocidad sin pasajeros. Tranvías innecesarios. Flotas de coches oficiales. Indemnizaciones de escándalo tras gestiones nefastas. Desvíos presupuestarios descontrolados en organismos e instituciones del Estado. Políticos que se incrementan el salario cuando cientos de miles de personas ven recortados el suyo y cuando casi cinco millones de parados se desesperan intentando encontrar la manera de subsistir en el desolador panorama económico actual. Recortes y más recortes… En sanidad. En educación. Pero siempre para los demás. Porque ellos, los políticos (los de arriba, los importantes), mantienen sus privilegios, que no derechos, adquiridos y se aferran a un poder que los mantiene bañados en oro y diamantes. Mientras tanto, el ciudadano de a pie, el anónimo, resiste como puede los embates, cada vez más impetuosos, de la economía internacional. Y si aún no ha sido infectado por el mortífero virus del paro, reza: “virgencita, que me quede como estoy”.