Cuántas veces me pregunto, ¡cuántas!, por qué a menudo convertimos una cafetería en una jaula de grillos, por qué no somos capaces de hablar sin gritar. ¿Será que no nos damos cuenta de que molestamos a los demás? ¿Será que nos gusta llamar la atención? ¿Quizás tengamos estropeado el interruptor interno que regula el volumen de nuestra voz? ¿Tal vez estamos sordos?
He aquí una forma de mostrar lo más profundo de nuestro ser: nuestro pensamiento, nuestros sentimientos, nuestras inquietudes. Una visión muy personal de la vida, de todo lo que acontece y que nos afecta y nos hace sentir. Pasado, presente y futuro. Una caja de sorpresas donde la inspiración también juega su papel. "No quiero ser cartero y morir de asco. Prefiero jugar a ser escritor y morir de hambre", dijo Charles Bukowski. Y aquellas palabras golpearon mi alma.
sábado, 5 de noviembre de 2011
¿SERÁ HABLAR SINÓNIMO DE GRITAR?
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