domingo, 15 de abril de 2012

MI PRIMERA MARATÓN

Amargo despertar. Meses de entrenamiento, varias horas diarias de preparación, tiempo y esfuerzo dedicado a poner a punto el organismo para afrontar con garantías mi primera maratón. Y llega el día y una nefasta organización tira por tierra todo el trabajo. ¡Qué amargo despertar y qué duro volver a la realidad! La carrera estaba siendo excepcional. Aunque no pude aguantar el ritmo de cabeza, estaba bien situado y esperaba el desfallecimiento de corredores que se mantenían al frente para ganar posiciones. Pero llega un punto del recorrido en que empiezan los problemas. Una mala señalización convierten la carrera en un caos. Atletas que se pierden, personal de la organización que no se aclara, puestos de avituallamiento sin agua. Lo dicho, un caos.

Pese a todo, consigo alcanzar el punto donde se supone tenía que estar colocada la línea de meta. ¡Sorpresa! No hay meta. Después de una larga conversación con otros atletas, intuimos que esta se encontraba detrás de un montículo que teníamos justo enfrente. Varios de nosotros iniciamos un largo sprint y, nueva sorpresa, estoy liderando la carrera. Pero, a pocos metros de la meta, otro corredor sale de la nada, me supera y gana la maratón. A pesar de todo, soy segundo. Mi tiempo, 2 horas y 45 minutos. No recuerdo los segundos. Pero, en lugar de mostrar mi alegría, enfadado me dirijo a algunos de los jueces de la carrera y les recrimino la nefasta organización y el escaso control. E insisto en que he perdido más de media hora por el caos permanente en que nos hemos encontrado a lo largo de los algo más de 42 kilómetros de la prueba. ¡Hubiera completado la prueba en 2 horas y 15 minutos! ¡Me hubiera quedado a solo 12 minutos del récord del mundo! ¡Y por culpa de los jueces no obtenía marca mínima para los Juegos Olímpicos de Londres de este verano! ¡Un desastre!

Y sí, amargo despertar porque, como podéis imaginar, solo era un sueño. ¡Pero me ha enfadado muchísimo no ganar en mi sueño! Y es que no es la primera vez que me quedo en puertas de conquistar un título importante. No hace muchos años, en otro sueño espectacular, obtuve un excelso tercer puesto en la final de los 1.500 metros en unos Juegos Olímpicos. ¡Bronce en una olimpiada! ¿Se puede pedir más?

Por cierto, ¿tendrá algún significado soñar con carreras? ¿Significará algo más profundo el caos organizativo de la carrera de esta noche? En fin, fue bonito mientras duró.

4 comentarios:

  1. El mensaje del sueño es : Cuidado con las setas que te comes XDD

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  2. ¡Y con el vino que me tomo! ;)))

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  3. Pibe, por un momento creí que, además de escribir de forma genial, eras atleta de élite. Por cierto, dicen que soñar no cuesta plata XDDD

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